jueves, 8 de enero de 2009

PREMIOS Y MENCIONES

Huelva Información . SÁBADO, 9 DE JUNIO DE 2012 21
Provincia Huelva
Carlos López / BOLLULLOS
El vino generoso
Ricahembra
queda tercero en
el Nariz deOro
Bodegas Iglesias acumula un nuevo
premio Mezcla un 90% de uva Zalema
con un 10% de Pedro Ximénez



El Condado suma una nueva condecoración a sus caldos con el
Prestigioso galardón Nariz de Oro que recientemente ha celebrado
su vigésimo primera edición en Madrid. En concreto, el Ricahembra
elaborado por Bodegas Iglesias ha obtenido el tercer puesto
en la categoría de generosos, en una final en la que se ha tenido
que medir a los vinos más prestigiosos de España.
El Ricahembra es uno de los caldos buque insignia de la bodega
Condal, fundada en 1935 y que gestiona Manuel Iglesias, tercera
generación de esta estirpe de bodegueros.
En la elaboración de este afamado caldo se mezcla un 90%
uva Zalema con un 10%de Pedro Ximenez, variedad que aporta al
resultado final los toques dulces tan característicos.
Su crianza y envejecimiento se gesta en maderas nobles que reposan
en los sótanos de este templo vitivinícola de Bollullos.
En una penumbra en la que se mantiene estable la temperatura
y se detiene el tiempo, tiene lugar la crianza oxidativa que da cuerpo
y sabor a este manjar de color caoba oscuro con iluminaciones
de oro viejo, así como elegantes aromas de uva pasa que delatan el
tiempo que permaneció tomando cuerpo en los vientres de viejos
bocoyes. Una correlación de factores que potencian en boca su sabor de
rico cuerpo. Este premio se suma a otros obtenidos
por Ricahembra en la Muestra Internacional del Vino
de 2002, donde obtuvo el oro en el apartado de generosos de licor
dulces. En esta cita también se reconoció la mejor Nariz de Oro, distinción
que en esta edición se ha ganado por derecho propio José Joaquín
Cortés, quien ejerce como sumiller del restaurante Modesto
En Sevilla; quien a partir de ahora engrosará la nómina de mejores
catadores del territorio patrio. En la final se midieron los mejores
62 sumilleres que se habían clasificado para esta reñida final
en la que se fue cribando los participantes hasta quedar únicamente
seis de ellos, quienes tuvieron que determinar el vino
únicamente con el olfato, realizando una última cata en cinco
copas negras a efectos de privar a los participantes del resto de sentidos
y que sólo su nariz delatase el contenido de la copa.
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